Así como en la Tierra existen leyes, en el Universo también las hay, varios ejemplos lo demuestran; vas conduciendo, decides cruzar el semáforo en rojo, si te observa un policía o agente de tránsito, te detendrá y hará un ticket; si robas o matas y la policía te descubre vas a la cárcel. La Iglesia hace referencia a los Diez Mandamientos y Siete Sacramentos. El Gobierno se encuentra establecido por normas y leyes, al igual las escuelas, colegios, universidades, entre otras instituciones.
El Universo también se basa en el cumplimiento de las Leyes Universales, al no hacerlo se presentarán consecuencias; existen más de cien Leyes Universales, en esencia se destacan siete, tomar conciencia de ellas, conocerlas y aplicarlas te llevará a adquirir total dominio en la vida, logrando transformar tu ser, manifestando tus deseos a nivel espiritual, emocional y físico.
Las siete Leyes Universales fueron escritas por Hermes Trismegisto, que significa en “El sabio egipcio tres veces grande”, se le atribuye la creación del Hermetismo, una antigua ciencia de donde proviene la alquimia, la astrología, la magia y todos los conocimientos ocultos. Desde hace cinco mil años en el antiguo Egipto y Grecia se enseñaban estas leyes. Cuatro mil años después transcribieron las siete Leyes a un manuscrito llamado El Kybalión (siglo XIX) por un grupo anónimo que se denomina “Los tres Iniciados”.
El Universo es mente, hay una consciencia universal, una inteligencia infinita, desde la cual todo lo existente se manifiesta, lo que se elige pensar, hablar, creer y sentir es lo que se exterioriza en nuestra vida, el pensamiento emana corrientes magnéticas semejantes a un rayo de luz que conecta con el Universo, manifestando nuestras creencias. Con la mente podemos crearlo todo, por esta razón, es primordial empezar a reprogramar nuestras creencias subconscientes para pensar, sentir y hablar en total conciencia y coherencia emocional.
Esta Ley declara la comprensión de lo que sucede en el mundo interior, basta solo con observar lo que se manifiesta alrededor. Entre los planos físico, mental y espiritual, existe una correspondencia, ya que las Leyes que rigen el Universo, rigen también el universo interior de cada uno. Una persona que vive caos en su mente, encontrará mucho conflicto a su alrededor. Es importante comprender las proyecciones desde fuera, pues están vinculadas a las emociones y creencias que hay dentro, cuando cambiamos, también lo hace nuestro entorno. Es ideal hacer introspección todos los días para transformar de manera positiva las creencias limitantes y así ver reflejado el ambiente en el que anhelamos vivir.
Nikola Tesla dijo: “Si quieres comprender el Universo, piensa en términos de energía, frecuencia y vibración”. En el Universo todo vibra, de acuerdo en la vibración que te encuentres atraerás las personas, el amor, el sexo, el dinero, los negocios, las situaciones y todo aquello que te represente. Cada cuerpo emite energía que vibra en distintas frecuencias. “Las energías similares son atraídas”.
La frecuencia más elevada es la del amor, la más baja es la del odio. Es importante identificar las vibraciones que se emiten por medio de emociones y palabras a nivel físico, mental, emocional y espiritual. Desde los actos y los sentimientos, los seres humanos actúan de acuerdo a los programas grabados en el subconsciente, implantados desde el vientre materno y las experiencias transgeneracionales, influyendo en lo que se atrae. Si estos programas limitan nuestros logros y deseos, es importante reprogramarlos una vez identificados.
El Universo es dual, todo tiene dos polos, todo tiene su par de opuestos, lo semejante y lo antagónico es lo mismo, los opuestos son idénticos en naturaleza, difiriendo solo en grado, los extremos siempre se encuentran, blanco-negro, el bien-el mal, el Ying-el Yang, el día- la noche, lo negativo-lo positivo, la lista de opuestos es infinita, todo lo que empieza, acaba, lo que sube, baja, lo que parece contrario es el extremo de la misma cosa, la dualidad opera en el mundo físico y mental, no en el espiritual.
Como ejemplo se podría pensar en una persona de carácter fuerte y una de carácter débil, son lo mismo; una persona impulsiva y otra pasiva, son iguales, cada una se encuentra en un extremo y los opuestos se atraen.
Cuando se cuenta con la capacidad de transformar las emociones de negativas a positivas se produce la transmutación, esta es la base de la alquimia sagrada: Cambiar y transformar mi vida hacia el amor.
Existen dos planos de conciencia: el superior y el inferior, se actúa desde el entusiasmo o decaimiento, cayendo y levantándose, unas veces se está en estados anímicos muy elevados, en otras ocasiones tristes y con la energía baja. Se observa en los ciclos financieros, en nuestra vida en general, sin saber que se obedece a la Ley del Ritmo; hay períodos de avance y retroceso, ascenso y descenso, todo fluye y refluye, se vive en una montaña rusa de subidas y bajadas. Esta Ley enseña que el mundo fluye como un péndulo en continuo vaivén.
Jesús, Buda y los Grandes Iniciados nos dieron un mensaje: La felicidad no depende de tus circunstancias sino de tu estado mental. Aprendiendo a ver en cada aprendizaje el para qué y no el porqué, ya que el Universo es información, todo aquello que nos incomoda o causa dolor y sufrimiento es tan solo un mensaje de algo que debo trabajar en mi interior.
El verdadero propósito es despertar conciencia, para transformar nuestras emociones, reprogramar las creencias subconscientes y así salir de las altas y bajas de nuestros sentimientos.
Toda causa origina un efecto, nada ocurre “casualmente”, de las acciones en esta vida y en vidas pasadas se desarrollan los sucesos y aprendizajes en mi vida presente. La frase: “Lo que siembras cosechas” hace relación a la importancia de ser responsables con nuestros pensamientos, decisiones y acciones. “Actuando desde el amor, el efecto será amor”.
Para las personas que creen en la reencarnación, esta Ley es el fundamento, lo que no se resolvió en encarnaciones pasadas, se repite en esta vida hasta trascender el aprendizaje. Se puede ascender más allá del plano de causas y efectos, alcanzando mentalmente el plano superior, es ahí cuando se domina el carácter y el medio que nos rodea.
Género viene de generar, crear, todo contiene su principio masculino y femenino, positivo y negativo, dos opuestos que se complementan. En el Universo todo gira alrededor de estas dos realidades: el espíritu y la materia.
La energía sexual no es solo genitalidad, es una fuerza que está en todo lo que creamos. Se encuentra en el acto sexual con amor, cuando preparamos una deliciosa cena, cuando nos organizamos, al mirarnos en el espejo nos sentimos bellos, cuando se crea un negocio y es exitoso, en la danza, la pintura; en todo lo que hay creación se encuentra el principio masculino y femenino, energía sexual creadora.
Los seres humanos, sin importar el género, tenemos energía masculina y energía femenina; el principio femenino recibe impresiones o estímulos, genera nuevos pensamientos, conceptos, ideas, es la imaginación. El principio masculino es expresar dichas ideas, materializar lo creado con la mente.
Es mágico cuando se aprende a dar y recibir con amor, identificar qué energía predomina en nuestra forma de ser para realizar un proceso interior y llevarlas al equilibrio, es la base para manifestar deseos, no desde el ego sino desde mi Ser Superior. Aprendiendo y aplicando las siete Leyes Universales te conocerás a ti mismo desde el interior manifestando el exterior.
Quiero recordarte que puedes seguir disfrutando de nuestro contenido hecho con mucho amor para que tu despertar de conciencia sea más claro y a la hora de identificar tus creencias puedas entender el origen y así ser más práctico (a) para que empieces el camino de la sanación interior y la manifestación verdadera.
Puedes continuar con el texto: Ley del espejo.
Creadora de Santai Healing. Experta en transformación de creencias subconscientes, conexión de dones y talentos, sanación integral energética de encarnaciones pasadas y vida presente.
